loLa tercera jornada del festival celebrado en Villaverde comenzó con un calor potente, con el que Alvvays se presentaron en el escenario Orange. Al mismo tiempo, Unknown Mortal Orchestra presentaron su nuevo disco en el escenario principal.
En el escenario Region of Madrid, Sleaford Mods nos hicieron bailar al ritmo de sus canciones tam pegadizas como reivindicativas.
Black Pumas fue uno de los highlights de la tarde, con un equipo de músicos y vocal impresionante. Con tan buena compañía, vimos el atardecer y así, comenzó una noche que tenía y tuvo mucho que ofrecer.
La larga cola para ver a Depresión Sonora es un indicador de que una de las propuestas más del panorama independiente sigue pegando fuerte. Con los temas le dieron a conocer y acompañado de una banda, llevó su propuesta cold wave a un escenario que quizá se quedó un poco pequeño para él.
Luego llegó el turno de los cabezas de cartel Sum 41. Con todo el respeto al grupo de adolescencia de muchos, Indiehache se fue a disfrutar del concierto de Jessie Ware, programado a la misma hora. La artista no decepcionó, proporcionando un show increíble dentro de su particular The Pearl. Su performance vocal y presencia escénica acompañada de dos cantantes y dos bailarines hizo que no dejásemos de bailar en toda la noche.
Las coreografías no eran particularmente rebuscadas como las de muchas artistas pop, pero Ware no las necesita y su propuesta se sustenta por temazos dance pop.
Justo después, Maneskin hizo que nos movieramos de otra manera. Los jóvenes italianos demostraron por qué su rock ha triunfado en estos años. Canciones como Zitti e Buoni, Gasoline, Supermodel y I Wanna Be Your Slave levantaron al público, con un bis de esta última para despedirse de Madrid por todo lo alto.
Para terminar la jornada, disfrutamos del noise rock The Breeders. La mítica banda de los 90 hizo las delicias de los más puretas y personas seguidoras del icono que es Kim Deal.