Hace veinte años, las novedades sobre las estrellas del pop llegaban desde las revistas. En las páginas de magazine, se podían encontrar curiosidades sobre las estrellas del momento: Britney Spears, Christina Aguilera y Avril Lavigne eran las principales ídolas de masas. Aclaramos esto porque el fenómeno magazine adolescente tenía de portadas a hombres artistas en vez de a mujeres, ya que el público objetivo de ese tipo de revistas eran chicas heterosexuales con las hormonas en efervescencia. Por lo general, preferían un póster de los Backstreet Boys a uno de una chica Disney.
Ahora el panorama pop ha dado un vuelco total con Internet y sobre todo, la masificación de las redes sociales. Casi todas las grandes y conocidas figuras del pop tienen cuenta en Instagram. Por supuesto, si tus compañeras promocionan sus lanzamientos en estas plataformas, quedarse atrás es una relativa desventaja.
La exposición de estas artistas en redes sociales ha llevado a alguna de ellas a alimentar relaciones con sus fans. Una simple interacción en forma de respuesta de comentario ya marca una clara diferencia entre un tipo de estrellas pop y otro. En el primer grupo y quizá en un extremo se encuentra Beyoncé. En el otro, artistas con menos exposición como Charli XCX (en relación a Beyoncé, con 307 millones contra 4,4 millones de seguidores).
Finstas y la pseudo-privacidad
Si rozas o superas la treintena, puede que no estés familiarizada con los finstas. Este término se refiere a una cuenta secundaria que tiene la gente para compartir publicaciones de manera más privada e íntima (sí, sabemos que es irónico). Algo así como las cuentas candado de Twitter o los mismos mejores amigos de Instagram. Los finstas son utilizados por gente de la calle y posiblemente conozcas a alguien que tiene ese tipo de cuenta, les sigas o no.
Por supuesto, la gente famosa no se iba a quedar atrás. Durante los años, se han filtrado nombres de usuario de famosos con cuentas privadas con un evidente tinte familiar. Sin embargo, fue Lana del Rey quien decidió llevar el finsta a otro nivel.
Lana del Rey
Desde su primer paso por SNL en 2012, Elizabeth Grant conocida como Lana del Rey ha estado envuelta en polémicas. Acentos latinos, una mascarilla de red en plena pandemia y un largo post en redes sociales en la que se quejaba de que muchas cantantes podían sexualizar sus letras, pero ella siempre se encontraba en el punto de mira.
En 2021, Lana del Rey anuncia que dejará las redes sociales. No obstante, mantiene un finsta que creó en 2015 por la salida de su álbum Honeymoon y que mantiene en privado. En esa cuenta, seguirá activa y ocasionalmente la abrirá para dejar que la sigan. Esta cuenta ya tiene más de 5 millones de seguidores en la actualidad.
Así que podemos afirmar que Lana del Rey no dejó las redes, simplemente se cambió de cuenta a una más «exclusiva», pero el concepto de privada es cuanto menos debatible.
Charli XCX
Otra artista que se ha visto inspirada a crear un finsta es Charli XCX. Conocida también por sus opiniones en contra de los críticos y los ‘haters’, ha decidido crear una cuenta privada llamada 360_brat. Todavía no sabemos si es parte de un nuevo proyecto como fue el Honeymoon de Lana, pero tiene la misma imagen de perfil que su cuenta principal.
Charli pidió que nadie que siguiese su finsta (ahora mismo con menos de 30 mil seguidores) filtrase su contenido. Por supuesto, esto no ha sido así y ya se pueden encontrar capturas de pantalla del contenido, algo que los fans de Lana también tenían a su disposición, incluso con cuentas que replicaban los posts.
Otro ejemplo de finsta es el de Rosalía. holamotomami es una cuenta pública que nació antes de la publicación de Motomami en la que la barcelonesa sube fotos de su vida de gira, regalos de sus fans y fotos más íntimas. Quizá este sea el mejor ejemplo del uso de un finsta para humanizar más a la artista.
Huir de Internet
¿Es acaso posible? Poder desconectar de las redes para centrarse en las relaciones cercanas, la creación, sin el feedback constante. Las redes sociales son una presencia que nos influye en la forma de ver el mundo y que crean ecosistemas propios. Para un artista que quiere promocionarse, son indispensables, sin tener en cuenta un par de excepciones.
Una solución a la sobreexposición de las redes es contratar a un experto que lleve las cuentas, pero aún así artistas como Lana y Charli buscan compartir momentos más íntimos con los fans. Esta última palabra es importante: fans. Ellas no toleran las críticas, no las quieren, no las buscan: quieren solamente a sus fans. Es como tener en mejores amigos a un millón de personas y esperar que todos te sigan porque les caes bien.
Las newsletters siguen existiendo, pero las redes sociales les van ganando la batalla. ¿Cambiará el modelo de negocio y habrá alguna que consiga un servicio de subscripción solo para fans? Ahora mismo eso parece complicado.
La relación entre músicos y fans ya ha cambiado. Hace dos décadas era impensable conocer tanto de un artista y ahora lo tenemos al instante. Estamos viendo en directo cómo evolucionan estas nuevas relaciones parasociales y cómo están ya influyendo en las mentalidades de artistas y en aquello que crean.