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Que bien sienta salir de un festival como antes. Como antes de que pasase todo este gran lio.
Este pasado sábado pudimos vivir uno de los primeros festivales en España donde las distancias de seguridad ya no tenían vigencia al igual que las mascarillas. Se pudo volver a bailar, saltar, poguear y donde las sillas, brillaron por su ausencia.


En el mismo recinto donde se realiza el Granada Sound, el encargado de abrir la jornada del Bull Music Fest fue Mr Kilombo, que pese a que tocase poco empezada la tarde, la congregación que consiguió reunir allí fue bastante numerosa aún sabiendo que quedaban por delante más de diez horas de musica por delante.


Sus míticas canciones como «Invencibles» «En Plena Calle» o «Cabecita Loca» lograron levantar a los asistentes desde el minuto uno, al igual que hicieron los onubenses de Antílopez.
Una vez entrada la noche, el primer artista que mas pasiones levantó fue Maka. En su tierra y delante de su público, el granadino tuvo un papel fundamental dentro de la programación del Bull Music Fest estando arropado en todo momento por un sin finde voces que entonaban «El dinero ya no te vale» «El Aire» o «Te como la cara».


Seguidamente de él, para mi, el concierto más perfecto, cuidado y sensible del día lo consiguió Juan Gómez, más conocido como Kanka.
Con temas de lo más conocidos y sin hacer un excesivo cambio de repertorio, llevó el teatro al festival, ya que la puesta en escena fue la misma que ha venido realizando en la gira de tetaros un par de meses atrás, y ciertamente no podía ser más bonita.


En este caso con su banda detrás (a la que no veíamos desde hace mucho) nos hizo recordar lo maravilloso que puede ser la música cuando es mimada y tratada con el arte que se merece.
Seguidamente, Nita y Alejandro Acosta, de Fuel Fandango pusieron la nota electrónica de la noche. Si que es cierto, que la primera parte del concierto igual se hizo un poco adormilante dentro del horario que tenía, pero temazos como «Toda la Vida» «Burning» o «Salvaje» junto a la calidad artistica de Nita y la magia musical de Alejandro hicieron que pese a un desconcertante arranque, su final fuese espectacular.


Finalmente, El Canijo de Jerez, puso la guinda en el pastel. Una guinda de lo más bonita ya que, tras más de dos años sin poder verle, se me había olvidado lo bonito que eran sus conciertos, por como consigue mezclar casi perfectamente las dos partes de su vida; Los Delinqüentes y su carrera en solitario.


Grandes clásicos como “La Primavera Trompetera” “El aire de la Calle” “A la Luz de del Lorenzo” aelado con “Volar sin Alas” “Como la Yerba” o “En el Lomo del Trueno” junto a una gracia, arte y sentimiento puro dió como resultado el colofón más acertado para este primer día de los dos que cuenta esta edición del Bull Music Fest

Post Author: indiehache

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