El festival Paraíso clausuró el pasado fin de semana dejando unas buenas sensaciones para un nicho musical en Madrid. Durante dos jornadas pudimos disfrutar de un concepto 360 donde no solo la música fue protagonista, sino un entorno sostenible y cuidado estética y gastronómicamente.
Cruzamos el arco de flores la primera jornada con retraso ya que el festival comenzó con el anochecer para sincronizarnos bajo la inmensa bola disco del escenario Club y sumergirnos en el DJ Set de Apparat. Fue breve pero intenso pero no podíamos perdernos en el escenario principal el directo de HVOB con el que pudimos disfrutar de un live acompañado de batería de manera detallista de los tonos en directo y colores de la voz de Anna Müller.
Tras HVOB, decidimos adentrarnos en el bosque, un lugar al que llegabamos a una instalación en la que nos rodeaba el sonido y la imagen en 12 minutos de proyección que te envolvían y sumergían en una experiencia sensiorial muy sorprendente. Cerca de la instalación y en un bosque lleno de luces se encontraba el escenario MANIFESTO by Aboslut donde nos quedamos prendados de la sesión de Jamie Tiller donde el Deep dance que defiende nos fue poniendo las alas para prepararnos para uno de los platos fuertes de la jornada: Black Coffee.
Una compañera de viaje festivalero dejo claro en medio del set que «no iba a ver algo superable a eso durante el festival» y ahora, tras haber pasado unos días y haber reposado todo el contenido, tenía razón. Uno explosión de House con la que se ha coronado como residente semanal en Ibiza con razón. Si tienes oportunidad de volver a cruzarte con su sesión, no faltes a ella. No defrauda.
Teníamos dudas entre Dj Tennis y Hot Chip Megamix, pero el electropop en Dj set se llevó nuestra elección y cerramos el festival con este montaje de la banda con el concepto rompedor que proponían nos dejó con el cuerpo bailando esperando a que abrieran el metro.
La segunda jornada empezó con la bajada del sol y la llegada de la propuesta francesa Petit Biscuit, una elegancia minimalista que no terminó de llenar el escenario pero que sí destacó no solo por ser su primera vez en nuestro país sino por una defensa de escena muy elegante. Somos conscientes de perdernos el show de los nacionales Delaporte, que no paramos de oír que fue muy destacable y no paramos de arrepentirnos no haber podido acceder al festival antes para ello.