Normalmente cuando empiezo a contar como fue la noche de un concierto suelo contar solo ese día. Pero quería recalcar aquella primera quedada en verano en Smok Mok. Álvaro, Carlos y Dani venían con muchas dudas pero una estaba clara: el 28 de septiembre ardía Siroco. Y así fue. hubo una visitilla loca al local de ensayo dentro de una tormenta perfecta (no veais la que cayó ese día) que ya vaticinaba un poco que se cocinaba algo más que un Mayo incalculable.
Llevaba dos días hibernando de un intento de bronquitis y mi primera salida al exterior sería aquella presentación. Cuando uno va a una presentación del disco se espera que la gente se sepa el single, se anime un poco y ya. Pero todo lo contrario. Tuve la continua sensación de que lo que estaba viviendo por primera vez ya se había vivido con otras bandas nacionales mucho mas grandes.
A todo esto, estoy hablando de «El disco del Año» y de Blanco Piñata. Vienen pilotados por la nave de El Lado Izquierdo y los 12 temas que sonaron en la sala junto a otros más conocidos sonaron hasta donde el limitador y los coros del público más entregado que he visto en meses dieron. No caí en llevarme la cámara de fotos, pero con el móvil pude sacar alguna decencia que pueda ilustrar estas palabras que todavía mientras salen de mis dedos me siguen alucinando.
Hubo nervios, hubo caras de Álvaro reventando la batería y su nuevo cacharrico, hubo gente que se posicionó a favor de la Cruzcampo habiendo Mahou (mal, muy mal) Y hubo mucho himno y cierta versión que desde estas líneas me volvió a hacer ilusión escuchar. Te podría decir que viví Mayo con mucha más intensidad que Diciembre (obvio también si has escuchado el disco) pero quiero dejaros esta crónica abierta a que los descubráis y escuchéis. También os recuerdo que entra octubre y que igual ellos por algo lo subtitularon como «La Tormenta Perfecta». La próxima fecha en Madrid huele a otro Sold Out sin saber cuando acontecerá.
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¡Estad atentos!
