El pasado viernes la Joy Eslava se llenaba para despedir la gira de La Bien Querida en Madrid entre fans y muy muy fans en una sala prácticamente al 100 % de su capacidad. Una noche fría que nos dejó atemperados pero faltó un cálido final que culminara el fin de gira.
Comenzaba Ana en acústico con un tema inédito para dar pié a A Veces Ni Eso con el cual se iba llenando el escenario con el resto de integrantes de la formación. Hoy o Musica Contemporánea iban dejando nuestros abrigos en el suelo y nos invitaban al baile tímido que iba surgiendo en diferentes partes de la sala.
Las canciones se sucedían mientras que La Bien Querida sorteaba tocar en la plataforma o debajo de ella y más cerca del público, momentos en los que parecía que el público se animaba y unía mas a momentos como Vueltas, Crepúsculo o Muero de Amor, que fue una de las más conocidas por el público y más coreadas de la velada.
El ritmo no se paró pese a que sonaba Ojalá estuvieras muerto, Disimulando o De Momento Abril que mantenían la temperatura y ritmo con algún que otro fan incondicional al que le brillaban más los ojos de la cuenta o no podía evitar mover el cuerpo como si de un ritual oscuro se tratara.
Llegaban las despedidas y no podían faltar sus Poderes Extraños que parecían dar final a una noche que nos quedaba corta. Pero la sorpresa vendría después con el cumpleaños de Ana y un ramo gigante de flores con el que afirmaba «Un concierto como las folclóricas» (y oye, esto fue mil veces mejor que lo que hemos podido leer del concierto de Aranjuez que más foco mediático se ha llevado) . La noche se cerraba en acústico con Sentido Común, y nos dejaba medio fríos con ganas de haber podido disfrutar un poco más de un pop electrónico oscuro que cada vez tiene más adeptos nos deja con ganas de saber que será lo nuevo de La Bien Querida.
