El Viernes me apetecía bailar. Nos propusieron asistir a un concierto de Joe Crepúsculo y no lo pensé dos veces.
Llegamos sobre las 22 a la sala Taboo, mi primera experiencia en la sala. Para quien no la conozca, se encuentra en el centro neurálgico de ocio de Malasaña. Es una sala rosa y blanca con un escenario entre escaleras-gradas hacia el centro de la tierra vigilada por un dragón y bolas de baile budistas.
Para calentar el ambiente, nos amenizaron la espera a ritmo de cumbia, bachata y otros ritmos latinos con sonidos electrónicos a cargo de Los Galanes del Ritmo (latino, abosulutamente).Yo nunca he visto a Joe Crepúsculo en directo. Para el que no le conozca, a mi me recordaba a José Mercé (camisa negra, anillos y el pelo) pero a ritmo de bakalao. Le acompañan un loop, un ipad, un par de teclados y algunos efectos de voz.
La cosa comenzó en alto y aunque nos costára oir la voz de Crepus, la fiesta no paró en ningún momento. Destaco Enséñame a amar,Tus cosas buenas, El día de las medusas (como las del Manzanares) y Baile de Robots, con salida de Tomasito a bailar.
La noche no solo deparó altas dosis de baile ,sino también colaboraciones. En este caso, la Leyenda se acompaño de la voz de Lourdes Hernández (Russian Red) para sorpresa de algunos que nunca habíamos oído ni visto otro registro de ella.
Se acercaba el colofón final con la canción de tu vida, y sin parar casi para la última (lo que yo llamo el paseillo para los bises) vimos como esto si suena brillante y nos subimos LITERALMENTE en el escenario para disfrutar de la versión más divertida y extendida de Mi fábrica de Baile.
El Viernes noche salimos completamente extasiados del ritual de Joe Crepúsculo.¿Vuelve el bakalao? ¿Vuelven los 90, el parking del Central? Solo deseamos más noches como la del viernes para reír, gritar, bailar y sobretodo hacer deporte (es la única forma bien vista para el indie de moverse junto a la bicicleta)
